Los tumores intrarraquídeos son lesiones poco comunes; sin embargo, pueden causar morbilidad significativa y estar asociados a mortalidad. Representan aproximadamente 15 % de los tumores craneoespinales 1,2.
Pueden originarse de la médula espinal, filum terminal, raíces nerviosas, meninges, red vascular intraespinal, cadena simpática o las propias vértebras y se clasifican respecto a su relación con el saco dural y la médula espinal en tres grupos1,3 Fig. 1 on page 4
- Extradurales (55-60%): son los tumores más frecuentes y se originan fuera del saco dural, ya sea de las vértebras o de los tejidos epidurales. Las metástasis constituyen la mayoría de estas lesiones.
- Intradulares extramedulares (30-40%): se originan en las leptomeninges o raíces nerviosas; 96 % es primario y 4 % metastásico.
- Intradurales intramedulares (5-10%): se generan dentro del tejido de la médula espinal y desplazan o invaden la materia blanca, los tractos y los cuerpos neuronales. La mayoría (90-95%) son malignos3,4 siendo los más frecuentes el ependimoma seguido del astrocitoma.
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