Esta particular técnica neuroquirurgica, permite al operador realizar intervenciones intracerebrales causando el menor trauma posible al encéfalo. Con esta técnica es posible llegar a estructuras con un margen de error de 0.2 mm. y realizar sobre ellas el procedimiento adecuado ej: biopsia de un tumor, estimulación de centros nerviosos, registro de la actividad eléctrica cerebral profunda.
Gracias a los nuevos materiales utilizados en la construcción de este sistema de estereotaxia y a los avances de la informática, esta técnica tiene un nuevo realce a partir de la década de los 90, dando mayor confort al paciente y mayor exactitud y precisión al médico con el respectivo beneficio para el enfermo.
El sistema de Estereotaxia (STX), representa un instrumento de vital significado para el neurocirujano actual. Gracias a la nueva técnica de NMI (Neurocirugia minima Invasiva), las oportunidades para preservar la vida del paciente son más amplias, además de conservar la función cerebral con una mínima alteración del parénquima cerebral.
La cirugía estereotactica ofrece una combinación de técnicas de la neurocirugia clásica con las nuevas exigencias tecnológicas, como son la microcirugía guiada por estereotaxia, la estéreoendoscopia, la terapia con láser y muchas otras aplicaciones avanzadas.
Las enormes craneotomias han sido reemplazadas por un agujero de trépano de 5 mm por donde se introducen los instrumentos que tienen un diámetro de 3mm. Otra ventaja de este procedimiento es de acortar considerablemente la permanencia hospitalaria.
La versatilidad del sistema Z-D de estereotaxia Fisher – Leibinger, permite la localización de estructuras blanco a partir de la tomografía, la resonancia magnética, angiografía o rayos X, además de ofrecer un acceso completamente irrestricto a cualquier parte del cráneo desde cualquier dirección (frontal, temporal, transesfenoidal, transnasal, fosa posterior, occipital y parietal).