La Cirugía es un tratamiento para Epilepsia que se reserva a aquellos pacientes en los cuales persisten las crisis aún tomando el fármaco corecto en dosis indicadas y tiene como propósito, eliminarlas o disminuir la frecuencia de las mismas.
En algunos tipos de epilepsia, como la esclerosis hipocampal, la cirugía ha demostrado ser el mejor tratamiento. No todos los pacientes van a poder ser operados, es necesario un estudio muy amplio que consiste en saber dónde se originan las crisis y si ésta zona se puede extirpar, lógicamente sin que conlleve riesgos para el paciente.
La cirugia de la epilepsia pretende mejorar la calidad de vida del paciente. Está indicada en pacientes que no responden bien a los fármacos y cuya calidad de vida se ve afectada por las crisis. Un 80% de los enfermos con epilepsia se mantiene libre de crisis con los fármacos. El otro 20% restante padecen lo que se denomina epilepsia fármacorresistente y es en este porcentaje de pacientes donde la cirugia puede ser el tratamiento más eficaz.
Es en estos pacientes donde se estudia la posibilidad de usar la cirugia como tratamiento. La cirugía tiene por objeto eliminar las crisis o al menos disminuir la frecuencia de las mismas, lo suficiente para obtener cierto beneficio, mejorar la calidad de vida de los pacientes y permitir una mejor adaptación psicosocial y profesional.
También se encuentra el estimulador vagal, reservado a aquellos pacientes que no se pueden operar y técnicas quirúrgicas como la callosotomía y la hemisferectomía.
La dieta cetógena o cetogénica es sólo es útil en niños y consiste en una dieta muy rica en grasas y libre de hidratos de carbono.
De esta manera se simula el ayuno y el cerebro quema ‘grasa’ y no glucosa. Se suele mantener un par de años y ha demostrado ser útil sobre todo para el control de las crisis mioclónicas. Actualmente hay tres modelos, la clásica y dos adaptadas que se supone son más fáciles de llevar a cabo. Requiere seguimiento endocrinológico.
Pre – Operatorio
Antes de operarse es necesario someterse a un amplio estudio. Es decir, no operan de primeras. Es necesario un estudio prequirúrgico y después comprobar que la cirugia no conlleva riesgos importantes para el paciente – en tal caso no operan-. Las pruebas a las que debe someterse el enfermo antes de operarse son muchas, aunque cada caso concreto precisa de un estudio diferente. Las más comunes son una resonancia de alta definición, el estudio vídeo-EEG y un estudio neuropsicológico específico.
Post – Operatorio
espués de la operación, el paciente pasará un mínimo de 24 horas en Reanimación. Posteriormente será controlado en la planta de Neurocirugía. Se realiza una Resonancia Magnética postoperatoria. En general, a la semana de la intervención se retiran las suturas y se da el alta hospitalaria. El control posterior será en Consultas Externas de Neurología y de Neurocirugía. Es posible la aparición de alguna crisis epiléptica después de la intervención. La medicación antiepiléptica que tomaba no se suele suspender, al menos antes de un año.